Con el frío y los días cada vez más cortos, nada más apetecible que quedarse en el sofá junto a una chimenea encendida. Una chimenea limpia y en buen estado es más segura y mucho más eficiente.
Antes de que comience el invierno haz una revisión y una limpieza a fondo de la chimenea
- En primer lugar se debe limpiar bien el conducto de salida del humo y comprobar que esté en buenas condiciones o si hay que hacer alguna reparación. Es recomendable hacer esta revisión dos veces al año.
- La tirada es la corriente de aire que origina el fuego y que hace que el humo ascienda por la chimenea. Si hay mala tirada, la chimenea puede generar humos y originar malos olores ya que los gases no fluyen adecuadamente. También acelera la acumulación de hollín en las paredes interiores de la chimenea y puede llegar a ser un peligro incluso la chimenea puede llegar a incendiarse. Asegúrate de que el tiraje funciona correctamente, una forma de saberlo es abrirlo y encender un papel de periódico. Si el humo marcha hacia arriba, puedes estar tranquilo.
- El hollín es la leña o gasoil que no se ha terminado de quemar correctamente y surge principalmente por mala combustión. Sobretodo procede de la leña más verde y más mala (como la de pino) y que se acumula en las paredes de las chimeneas y también en los conductos que conducen el humo.
Si vas a hacer la revisión anual y te animas a limpiarla tu mismo, ten en cuenta:
- Cubre bien el suelo y los muebles de la habitación para evitar que durante la limpieza se llenan de cenizas y / o de hollín.
- Siempre haremos esta limpieza con el fuego apagado y la chimenea fría.
- Protégete bien, ponte mascarilla, un protector para los ojos, ropa vieja que te cubra bien brazos y piernas y guantes.
- Usar un palo con un cepillo de acero en la punta para limpiar el conducto del humo. Muévelo de abajo hacia arriba y haciendo movimientos circulares para limpiar bien las paredes del hollín acumulado.
- Alerta, si se desprenden trozos de cemento o ladrillo, llama rápidamente a un profesional para que revise el conducto y arregle los desperfectos.
- Retirar el hollín y las cenizas acumuladas en el fondo con un cepillo duro y una pala o con un aspirador.
- Limpiar la superficie con productos adecuados al material, hay chimeneas de piedra, de cemento, de aluminio o de mármol … lo mejor es seguir las instrucciones del fabricante o preguntar a una ferretería o en un experto.
- Si tu chimenea está cerrada con una tapa de vidrio, limpieza a fondo. Te permitirá ver mejor el fuego, pero también ayudará a una mejor propagación del calor.
Unos consejos prácticos:
- Coloca una rejilla de protección en la parte superior de la chimenea, para evitar que se escapen chispas en el exterior y que puedan entrar animales dentro. Si ya dispones de esta protección, revisa que esté en buen estado y que no se hayan acumulado restos de hojas, ramas o nidos de pájaros.
- Aconsejamos siempre cerrar el registro, cuando no utilice la chimenea, ya que así evitará que todo el calor de la calefacción de la casa se vaya por la chimenea.
- Si las chimeneas no son verticales, asegurarse de que tienen una inclinación diferente a 90º para facilitar la salida de humos.
- Coloca una pantalla de protección frente a la chimenea: evitará que salten brasas. Es especialmente recomendable si hay materiales combustibles cerca o en casas con niños.
- Evita dejar objetos muy cerca o encima, se pueden dañar y corres el riesgo de que te salte alguna chispa al acercarte para cogerlos.
- No todas las maderas son iguales ni ensucian igual, la madera de pino cema muy bien, pero tiene mucha resina que ensucia mucho y obstruye más de los conductos. Si la madera está húmeda, cema mucho peor y también ensucia más. Aconsejamos quemar únicamente leña de roble o encina
- Retirar periódicamente las cenizas y restos para mantenerla limpia y en buenas condiciones durante todo el invierno.
- Para la limpieza de los restos de hollín de las chimeneas de ladrillo, necesitaremos un cepillo duro, detergente, agua caliente y amoniaco. Si les aplicamos una mano de barniz, ayudaremos que repelan mejor el hollín.
- En las chimeneas de mármol, si os aparecen unas manchas negritas, se eliminan con una muñequilla de acero fría y humedecida en un detergente neutro. Aplicándoles cera que actúa como protección. Otra solución consiste en aplicar polvo de piedra pómez y aceite de linaza, frotar bien hasta eliminar las manchas y aplicar cera cristalina.
Una chimenea limpia es la mejor garantía de seguridad y buen tiraje.
